Hoy lo plantamos de nuevo y, mientras tocábamos la tierra y acomodábamos cada planta en su lugar, sentimos algo más que raíces creciendo… sentimos que este pequeño rincón también nos sostiene a nosotros.
Este espacio es donde celebramos, reímos, soñamos y compartimos momentos que se quedan pegados al alma. Verlo renacer nos recuerda que, igual que las plantas, nosotros también podemos empezar de nuevo, florecer otra vez, crecer hacia la luz aunque haya días nublados.
Cada hoja nueva, cada brote tímido, es una pequeña victoria silenciosa.
Y qué bonito es tener un lugar así, verde, vivo, nuestro. 💚🌼





