Como cada septiembre, nuestro pueblo se llena de ilusión y esperanza con la llegada de su Patrona, la Virgen de Consolación.
Con ansia la esperamos, con ganas inmensas de verla y de confiarle nuestros pensamientos, nuestros pesares y nuestras alegrías.
La novena, rezada con fe cada día, y la visita a Santa María nos acercan a Ella, llenando de paz y consuelo nuestros corazones.
Un año más, su presencia nos une y nos recuerda que en su mirada siempre encontramos amor y consuelo.
¡¡VIVA LA VIRGEN DE CONSOLACIÓN!!




